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(1) Montañas del macizo galaico donde pastoreábamos durante los veranos sin clases :))´ |
Rock
Do meu amigo de xuventude do Calvario
Xosé Lois Portela
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(2) Madrugada en el Ventanillo de La Pedriza. 5sep14 |
...Nas alboradas galaicas, ou ben naqueloutras de luso pastureo, cando aínda eramos rapaces saíamos cas ovellas e cabuxas cara aos sitios de verán nas ribeiras craras dos ríos. Coas mañás frescas de agosto abríanse cortes e curros empuxadas polos cans. Queixo, pan, xamón e tinto pra o caminho e de Garcilaso un libro pra o lecer matutino. Ao crepúsculo zoupeiro do resío sen máis indicadores que os luceiros do ceo ao horizonte nacente. Daquela o sol asomaba cando xa á súa amencida atopándose tudo o fatado pacendo xunto ás vacas.
Que tempos aqueles de aldeias e tominho, romeu, cantroxo e cóbregas a fartura . Saltos de canle e quenlla pra abrirlle a auga ao muinho que constante movía o rodicio. Asixa, engrasado este soltabamos o freo a auga que descendendo con pulo da fonda cisterna ruxía nas aspas zarrapicando o inferno. Pousadamente o gran seixo durmente púnhase a virar coma unha galaxia que saúda chapicando cos seus brazos ás pedras e paredes. Acompanaba este son rudo, xordo e con algún chirrío musical durante un par de horas espantoxando a todo bicho vivente e enmascarado polo vento sumaban orquesta de diatónico fluír da auga que barruntado marcaba compás sen rumbo...
O transcurso da tarde, pasado o xantar do mediodía, era sesteado bandullo arriba observando voos e durmindo; consecoencias da xantada e do vinho.
Recollidos os avenhos e pechando círculos con aqueles mastins tan benvidos que ocupándose de facendas arduas dirixían ao gando en conxunto mentres o sol descansaba da calor producida e chegando esquilmo acima, cando as costas deixaban pendentes pra outro día, polo horizón final, con mirada atlántica, aparecía, aínda que temesinho ao principio, frenxer ao poñente o pastor luceiro; craro indicador de recoximento nas cortinhas... e nós á taberna.
Entre brincadeiras, ceas, unhos copos de augardente, e socráticos discursos de Camus ou de botánica disertábanse vivaces as mellores voces sobre cantigas de Códax, Menduinho, Garcilaso, Fierro, Darío, Ximénez ou Mistral que cal vento aturulaba tralas fiestras...
Mañá vendaval.
E nós a frotarnos as mans, non habería saída... :))´
(1) Montañas do macizo galaico onde pastoreábamos durante os veráns sen clases
(2) Durante a noite do venres subín a La Pedriza, a uns dous mil metros de altitude, , ao sector onírico das Torres e corredor de Termes, dende onde estiven fotografando durante toda a madrugada cando saíron, por entre esas rochas, os tres astros protagonistas desa semán finada en conxunción Venus, Xúpiter e Selene.
En las madrugadas galaicas, o bien en aquellas otras de luso pastoreo, cuando aún éramos chavales salíamos con ovejas y cabras hacia los sitios de verano en la riberas claras de los ríos. Con las mañanas frescas de agosto se abrían establos y rediles empujadas por los perros. Queso, pan, jamón y tinto para el camino y de Garcilaso un libro para los descansos matutinos. Al crepúsculo lento del rocío sin más indicadores que los luceros del cielo al horizonte naciente. Luego el sol despuntaba cuando ya a su amanecida encontrándose todo el rebaño pastando junto a las vacas.
Qué tiempo aquellos de aldeas y tomillo, romero, lavanda y culebras a porrillo. Saltos de canal y acequia para abrirle el agua al molino que constante movía el rodezno. Así, así engrasado éste soltábamos el freno al agua que descendiendo con impulso de la honda cisterna rugía en las aspas salpicando el cárcavo. Lentamente el gran cuarzo durmiente se ponía a girar como una galaxia que saluda salpicando con sus brazos a las piedras y paredes. Acompañaba este sonido rudo, sordo y con algún chirrido musical durante un par de horas espantando a todo bicho viviente y enmascarado por el viento sumaban orquesta de diatónico fluir del agua que barruntado marcaba compás sin rumbo...
El transcurso de la tarde, pasado el almuerzo del mediodía, era sesteado panza arriba observando vuelos y durmiendo; consecuencias de la pitanza y del vino.
Recogidos los bártulos y cerrando círculos con aquellos mastines tan bienvenidos que ocupándose de labores arduas dirigían al ganado en conjunto mientras el sol descansaba del calor producido y llegando monte arriba, cuando las cuestas dejaban pendientes para otro día, por el horizonte final, con mirada atlántica, aparecía, aunque tímido al principio, deslumbrante al poniente el pastor lucero; claro indicador de recogimiento en los establos...y nosotros a la taberna.
Entre bromas, cenas, unas copas de aguardiente, y socráticos discursos de Camus o de botánica se disertaban vivaces las mejores voces sobre poemas de Códax, Menduinho, Garcilaso, Fierro, Darío, Jiménez o Mistral que cual viento ululaba tras las ventanas...
Mañana vendaval.
Y nosotros a frotarnos las manos, no habría salida... :))´
(1) Montañas del macizo galaico donde pastoreábamos durante los veranos sin clases :))´
(2) Durante la noche del viernes 5 de septiembre subí a La Pedriza, a unos dos mil metros de altitud, al sector onírico de Las Torres y corredor de Termes, desde donde estuve fotografiando toda la madrugada cuando salieron, por entre esas rocas, los tres astros protagonistas de esa semana pasada en conjunción. Venus, Júpiter y Selene
Alborada galaica...
Esta entrada se me olvidó en el blo vagando entre rastros de melancolía, a buena hora la extraigo y la destripo. Nunca es tarde si coinciden, al menos, los días y los claros.
Hay buenas noches serranas pero lo quehaceres mandan y para lo lúdico ya habrá más tiempo.
Sobre las sierras ya hay nieves, también nieblas y espesas; el temporal pronto llegará y el viento del Guadarrama, al que llaman Gallego, enfriando se empeña en avenidas, calles y plazas. Es momento de abrigarse.
Pues eso...
Breves saludos a todos y que ya os responderé con calma. No me olvido de
naide