Balandro con unos amigos o navegando con unos amigos cuando por babor teníamos empuje. Todos al extremo, compensando. Me pidieron unos bocetos mientras ellos divertían las olas con sus vaivenes. Cuando llegamos a puerto, atracamos, tenía las manos heladas, las hojas mojadas.
Finalmente hice varias pruebas, incluso las de raspado con ceras sobre fondo negro; es como un negativo, una regata nocturna. Seis horas después hubo galerna.