6/4/12

Su majestad Sar y el vetusto castaño

Exterior.45´7x32´2/Interior.42x29´7



Recuentan que un día de soplidos y vientos, en las costas, el mar tenía frío de tantos aires céfiros. 
Esperando paciente a un sol de verano que tardaba en echarle una mano. Las olas esperaron y aconteció que, por fin, el sol se hundió. El mar de fondo se calentó y recibieron los peces baños de sales marinas para lavar sus espinas. 
De unas pompas de jabón, una niña, soplaba compitiendo con Eolo por darle al sol una nariz. 
Tanta fue la ilusión que, Neptuno, alegre abrazó al astro por los pelos entre sus sollozos de sueño 
Unas burbujas salieron del bote. Ahora es tarde decía alguien. Apuremos algo más la tarde que aún es pronto pues el sol nos mira y brilla. 
De entre ellas una fue a convertirse en globo que comprobó como el aire aun tenía rastros del amigo del norte.d;D