Otis Redding - sittin on the dock of the bay
Dawson, Georgia, 9 de septiembre de 1941
Madison, Wisconsin, 10 de diciembre de 1967
Debió llegar coincidiendo con mi vuelo por cercanos aledaños africanos y Macaronesia pues a mi regreso me lo entregaron en mano, en acolchado y verde sobre; cuando lo vi imaginé algo muy importante y no me equivoqué. Leído, repasando las ilustraciones unas cuantas veces. Cerrando los ojos para sentir la brisa marina de tranquilos y singulares paisajes; dejándome llevar del jaloque que habiendo acabado aún deja resquicios de su procedencia más al sur que tan influyentemente trae la calima recién acabada.
Papel cuché, satinado, mixto, con brillo medio, muy bueno. Ligero que por su calidad introduce en ameno y erudito prólogo sabiamente descrito por Navazo; al modo de los mejores divulgadores. d:D´
Así comienza:
"Sinuosa, recortada, de piedra o arena, tendida sugerente en el linde mauritano del antiguo Mare Nostrum como una de esas misteriosas sirenas descritas por Ulises en la Odisea y al abrigo de cercanas montañas que, a veces, se abaten en picado por vertiginosos acantilados, la costa norte de Marruecos, desde Tanger a Saïdia, comparte largas extensiones de dorada arena en las que despuntan infraestructuras turísticas, muchas aún en incipiente desarrollo, con pequeñas calas recoletas y escondidas playas de salvaje belleza que el nuevo trazado viario, la Rocade Méditerranéenne, acerca generoso a propios y extraños, en particular a un turista que, chuia, chuia (poco a poco) al decir del país , va desembarcando, curioso y sorprendido, por estos lares.
Cabalgando a lomos de una compleja historia compartida preñada de avatares, densa y rica como pocas, la costa norte marroquí abre en la ribera sur del Mediterráneo un mundo abigarrado y colorista en buena parte desconocido que contrasta, sobre todo en la parte central y oriental (Alhucemas y Nador-Saïdia) con la cercana Costa del Sol, masificada y sobrecargada de hormigón, cuya ribera malagueña es visible en lontanaza en días de especial luminosidad..." J.L. Navazo (Yebha. diciembre de 2014)
Editorial: DOLMEN MAGREB SARL
Lectura y detalles incitan con calma por una costa que muy bien debió conocer Barbarroja antes de su retiro al extremo oriental de ese mar que baña sin complejos, arenales ora blancos, ora rojos cerros, calizas o margas de un mioceno incipiente a tierra flor, entre otras...plantas, minerales; personas y paisajes.
Qué bien me supo.
Gracias Belén