[Eduardo Cruz Acillona y Marcelo, durante la presentación del libro] |
[Eduardo Cruz y Helena Cosano] |
Cuando llegamos el dinosaurio ya no estaba; o demasiado temprano o muy tarde para tal suceso.
Convocaban a las ocho.
Mi habitual puntualidad se vio sacudida por una sensación de desconcierto, luego desvanecida cuando llegó Eduardo Cruz Acillona. Eran las ocho y dos minutos.
Mi habitual puntualidad se vio sacudida por una sensación de desconcierto, luego desvanecida cuando llegó Eduardo Cruz Acillona. Eran las ocho y dos minutos.
Dos tercios de Mahou y unas firmas para el registro, en el libro
Pasado el tiempo comenzaron llegando todos ellos y muchos más.
La lectura, mientras se hacía la hora prevista, me duró un tercio...de cerveza y otro tanto del que me llevaría para los ratos de metro. No fue así. Finalizada a carcajada silenciosa le pedí otro que no fuera el mismo. En todos los que traía ponía exactamente igual: El final está cerca...!
Y tanto que lo estaba, cuando lo alcancé por su última hoja me di cuenta que era verdad; el dinosaurio aún estaba allí sobre un lecho de buenos microrrelatos.
Qué gran verdad, y qué gran profeta este Eduardo, qué Cruz.
El final está cerca...
Depende:
[Si lo tienes a mano sí, sino habrá que ir a por él]
Un libro que se lee en menos de lo que podrías llegar a imaginar.
Merece la pena y el afeitado al despertar recién levantado
Dalila se lo demostró a un Sansón beodo al que le tomó el pelo. Bien hubiera sido su deseo.
Qué pena, él se lo perdió.
Bar Diablos Azules Apodaca 6 Metro: Tribunal |